Desde el blog de Espoiler, escrito por el periodista y experto en series
Hernán Casciari, nos presenta una conclusión sobre los distintos giros argumentales y la mezcla de diferentes géneros en una serie como bien puede ser ‘
Lost’ y es que no sólo se queda en lo ‘
típico’ e intenta aportar novedades.
Sólo hay que ver la evolución de la serie, desde su primer capítulo hasta el último emitido y veremos que los cambios son GIGANTES.
Definitivamente,
Lost utiliza un género por temporada. Si bien es una mezcla de muchos, siempre hay uno que —cada año— vence sobre los demás. Cuando comenzamos a ver las peripecias de estos náufragos, entendimos que estábamos frente a una serie de
Aventuras (con mayúsculas) con toques de otros géneros salpicados como al descuido. Al final de aquella gloriosa temporada inicial, la aparición de una extraña escotilla nos fue preparando para el segundo plato, en donde se subrayaría, con fuerza, el género muy bien llamado
Suspense.
Toda la segunda es
Suspense, por encima de la aventura stevenssoniana que deja de ser lo más importante, ni siquiera lo es escenográficamente. La segunda temporada ocurre de escotilla en escotilla y nos va preparando para lo que será el gran género de la tercera temporada: el Drama individual de los personajes principales, que nos llegará junto a los mejores flashbacks de la serie. La tercera es un
Drama duro y dinámico: recordemos que en ese lapso mueren náufragos muy queridos, hay triángulos amorosos y calamidades más cercanas al alma que a las balaceras.
Y entonces llega la cuarta, y con ella el género del
Thriller, encaramado por encima de todo lo demás. Para hacer más convincente este nuevo volantazo, el rol del antagonista, ambiguo y seductor, crece hasta hacer sombra permanente sobre los protagonistas. Es la temporada en donde los fanáticos comienzan a tener pesadillas con
Ben Linus. En donde, de a poco y con ayuda de filtraciones de la Red, comenzamos a conocer los hilos que mueven la historia completa.
Y así llegamos a este punto, en donde hemos visto ya tres episodios de esta quinta temporada (la penúltima). Los que están al día con la historia ya saben de sobra cuál es el género que prevalecerá este año.
Lost, amigos, se ha definido como una serie de
Ciencia Ficción. Y otra vez estamos encantados con el cambio de perspectiva.
Por lo que hemos visto hasta ahora, los demás subgéneros siguen intactos y la intriga no decae. A esta altura, para los que seguimos la serie en pequeñas dosis semanales, poco nos interesa desmarañar las pistas esparcidas aquí y allá por los guionistas.
Ahora estamos más pendientes del conjunto y menos de las particularidades; es decir: más atentos al embudo que conducirá a ese último capítulo final, en el que —apostamos— cada problema tendrá su respuesta, y cada incógnita una solución. La pregunta fundamental es: ¿estará ese final a la altura de todas las expectativas?
En todo caso, que
Lost se haya definido ahora como una historia de
Ciencia Ficción ya nos dice mucho, y es que los entuertos de la trama, su resolución final, se apoyarán sobre la plataforma de este género. O tal vez no... Porque después de todo ¿quién se puede anticipar a esta serie acostumbrada a sorprendernos, cada año, con un cambio radical de estructura dramática?